Pasta «penne» cremosa con pollo y champiñones
Las recetas que combinan el pollo con una verdura, como el pimiento o las setas, tienen un sabor muy especial. Este es el caso de la pasta “penne” cremosa con pollo y champiñones, una receta original para toda la familia que se vale de un ingrediente conocido para devolvernos un plato a la altura de cualquier comida.
En otros artículos te hablábamos de la pizza de pollo con champiñones y queso, el pastel de pollo y champiñones y los jamoncitos de pollo en salsa, tres platos que te harán salivar al instante. Hoy vas a ver cómo cocinar la auténtica pasta italiana para que te quede como más te gusta.
Receta: Pasta «penne» cremosa con pollo y champiñones
Ingredientes
- 300 g de Pasta corta tipo ‘penne’ o macarrones
- 1 cebolla dulce o cebolleta
- 250 g de Champiñones
- 4 contramuslos de pollo deshuesados y sin piel
- 1 taza de queso parmesano rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- 200 ml de nata para cocinar o crema de leche
- 1 vaso de vino blanco
- 750 ml de caldo de pollo
- 1 diente de ajo
Elaboración
El primer paso consiste en pelar el ajo y la cebolla bien finos, de forma que luego no destaquen dentro del guiso. Limpia y pela los champiñones con cuidado, retirando la tierra y la puntilla del sombrero, y lamínalos o córtalos en cuartos.
A continuación, corta el pollo en pedazos de bocado y dóralo en una cazuela con un poco de aceite de oliva virgen extra. Puedes emplear una pechuga en esta parte de la receta, pero si utilizas el contramuslo tendrás una comida aún más deliciosa.
En la sartén donde has cocinado el pollo, pocha la cebolla y el ajo bien picados. Añade un poco de sal para que la cebolla se cocine antes. Añade el vaso de vino blanco y deja que se evapore el alcohol, cocinando cinco minutos. Incorpora los champiñones.
Ahora añade la nata para cocinar, el caldo de pollo y salpimenta al gusto hasta que hierva a fuego lento. En este momento tendrás que poner la pasta “penne”, pero también puedes optar por otros formatos de pasta que te gusten. En 10 o 12 minutos ya estará cocida.
Añade el queso parmesano reggia no rallado y mezcla bien, despacio, para que todo se funda y te quede una salsa muy cremosa. Aparta del fuego y deja que repose unos cinco minutos antes de añadir el pollo y remover para tener el mejor resultado final.
¡Y ya está! Solo tienes que espolvorear el queso rallado por encima, con un poquito de perejil o cebollino fresco recién picado, para que la mezcla tenga un toque bien fresco. En el momento de servir puedes optar por otro acompañamiento, como unas patatas o una ensalada.
Pon tu imaginación a trabajar y verás cómo se te ocurren muchas otras formas de darle vida a esta receta. Es un proceso muy sencillo, en el que puedes pedir a tus niños que te ayuden, para que en el futuro sepan cuál es el tiempo de cocción de la pasta o qué partes tiene un pollo.