Vitel toné de pollo
¿Quieres una receta especial, de las que marcan a todos en la casa? Ha llegado el momento de que te revelemos una de nuestras estrellas: el vitel toné de pollo. De la misma forma que tienes el pollo en salsa de queso, una receta que puedes servir fría en casa, también tienes este gran plato de origen francés.
El pollo es el alimento elegido para que puedas sacar a relucir todas tus habilidades culinarias. Puede que te parezca algo complicado, pero es solo al principio, porque luego es sencillísimo de preparar.
Si te has animado y te apetece empezar a darle rock and roll al asunto, vamos a ver qué puedes hacer con esta receta.
Receta: Vitel toné de pollo
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo
- 1 latita de atún
- 4 cdas. de mayonesa
- 1 cda. y media de crema de leche
- 3 anchoas
- 2 cdas. de alcaparras
- Caldo de pollo
Elaboración
Hierve las pechugas de pollo enteras. Lo puedes hervir con un caldito de pollo o también en agua con sal, durante 15 minutos. Un dato importante, debes guardar el caldo de pollo ya que lo vas a usar para la salsa.
Una vez que las pechugas estén cocidas, córtalas en rodajas bien finas. Las rodajas deben ser parecidas a las del vitel toné tradicional con carne (aproximadamente 1 centímetro) pero lo puedes decidir al gusto.
Acomoda las rodajas de pollo en una bandeja y deja que se enfríe. Déjalo enfriar porque el plato se come frío. En cuanto a la bandeja, puede ser la misma en la cual vas a presentar el vitel toné al final.
Ahora vas a poner en una licuadora o recipiente los ingredientes para la salsa: 1 lata de atún con 4 cucharadas de mayonesa, 1/2 cucharadas de crema de leche, dos cucharadas de alcaparras, 3 anchoas, 8 cucharadas de caldo de pollo y un poquito de pimienta.
Procesa hasta que todo se integre y la salsa tome consistencia, y si la quieres más líquida puedes ir agregando 1 o 2 cucharadas de caldo de pollo hasta lograr la consistencia de salsa que prefieras para el vitel toné.
En la bandeja, baña las pechugas con esta salsa y decora finalmente con alcaparras encima. Dependiendo de si te gusta más o menos fría, puedes dejarla treinta minutos en la nevera. De cualquier forma, ya tendrás un plato exquisito para la familia.