Los mejores consejos para comprar un buen pollo en el supermercado
Elegir un buen pollo es una habilidad que se cultiva con el tiempo, después de visitar muchos supermercados y conocer de primera mano cuál es su procedencia. Hoy queremos ayudarte a tomar la decisión adecuada para que, cada vez que vayas a la tienda, puedas coger el mejor animal de los que te presenten sin cometer errores.
Lo bueno del pollo es que, si sigues una serie de consejos, es un alimento que se puede cocinar con mucha facilidad. Tanto frito como al horno, o en forma de pastel, solo tienes que decidir qué plato vas a cocinar cada día para sorprender a toda la familia con una receta distinta.
Ahora, presta atención para descubrir los mejores consejos para que te lleves el pollo más bueno del supermercado:
Sigue estos consejos y elige bien el pollo en el supermercado
- Planifica antes de comprar. Antes de ir a comprar, es aconsejable planificar lo que se va a necesitar, ya que todos los productos frescos como la carne deben adquirirse al final. Esta tiene que ser la última parada en el mercado o antes de pasar por la caja, pero es importante que, al llegar a casa, también lo guardes en el frigo enseguida para que no se estropee.
- Cuida la apariencia. Para elegir una pieza de pollo en buen estado, esta tiene que tener una carne firme, tierna y elástica. Los expertos señalan que las aves de corral crudas tienen un color entre el blanco y el amarillo pálido. Todos son tonos normales y varían según la dieta, la movilidad, la raza y la edad del animal. La piel tiene que ser lisa, flexible, húmeda y no debe presentar restos de plumas. Su color viene condicionado por la alimentación del animal. En ningún caso es un indicador de calidad ni de frescura. Tampoco tiene ninguna relación con su valor nutricional ni la cantidad de grasas que pueda contener la carne.
- Presta atención a la temperatura. La carne cruda en los puntos de distribución debe mantenerse en el refrigerador y no haber sufrido una rotura en la cadena de temperatura. Esto suele estar asegurado por los propios protocolos de cada empresa. Pero si se adquiere el pollo en un supermercado o una tienda de autoservicio, hay que comprobar que el paquete se note frío al tacto. De lo contrario, es mejor dejarlo y dar aviso a los encargados del lugar.
- ¿Cómo es el almacenamiento en frío? El frío es el mejor método para salvaguardar los productos frescos, como los son los cárnicos porque, aunque no mata los posibles patógenos presentes, permite detener su proliferación. Dentro del frigorífico, el pollo ha de mantenerse a una temperatura por debajo de los 4 ºC, pues estos son los grados ideales de conservación. Así puede durar entre 1 y 2 días si es crudo y entre 3 y 5 una vez cocinado. No hay que lavar nunca la carne antes de almacenar o cocinar, ya que se corre el riesgo de esparcir las posibles bacterias.
- Atento a los utensilios y al lugar del pollo. La temperatura óptima para conservar el pollo está garantizada en toda la superficie interna del frigorífico. Por lo tanto, puede ser colocado en cualquier repisa o cajón. Si el aparato dispone de un punto especial para carne y pescado, es aconsejable usarlo, pues asegura un frío constante y suficiente que mantiene el producto sin congelarlo.
Estos consejos te ayudarán a tomar la mejor decisión cuando vayas al supermercado y no sepas qué bandeja de pollo llevarte, o le preguntes al carnicero cuál de ellas es la mejor. Recuerda que, una vez lo lleves a casa, también tienes que almacenarlo y seguir las indicaciones que leas para cocinar cada parte del pollo como realmente debe hacerse. De esta forma, podrás disfrutar de un pollo de primera calidad para todas tus comidas.