Tips para servir tu mesa el día de Navidad
Llega la Navidad, y con ella las compras para Papá Noel, las luces del centro de la ciudad… ¡y los centros de mesa molones! Porque sí, ha llegado el momento de darle un toque nuevo a tu mesa de Navidad con nuestros consejos.
Porque ya sabes que una cosa es decorar la mesa para estas fiestas o cocinar tu pollo al horno para toda la familia, pero otra cosa muy distinta es ponerlas en una estrategia que te permita fardar de arreglos navideños frente a tus invitados.
Pues no se hable más, porque tenemos tips bien calentitos para que triunfes como la espuma y todos se quieran hacer fotos con tu mesa. ¡Empezamos!
Sigue estos tips y que tu mesa sea full navideña
- Protege tu mantel. Intenta colocar un protector o muletón con el objetivo de proteger la mesa de posibles golpes o de cualquier otro percance que pudiera sufrir. También tienes que presentar el mantel limpio, planchado y de un color blanco o pálido claro. Eso sí, si tiene que ser colorido no dudes en hacerlo así, siempre y cuando respete el tono general de la mesa.
- Los cubiertos, respetando el orden. Recuerda que el cuchillo y la cuchara los colocaremos a la derecha, mientras que el tenedor, a la izquierda. Y sin olvidarnos de la regla fundamental: los cubiertos se colocan en el orden inverso al uso. Es decir, los primeros que vayamos a utilizar en la parte exterior y luego sucesivamente el resto por riguroso orden de utilización.
- Elige la vajilla según lo formal que sea la cena. En el caso de que el encuentro no sea muy formal, puedes elegir una vajilla moderna aunque eso sí, que contenga las piezas suficientes para todos los invitados. Pon un plato hondo encima de uno llano, e intenta disponer bajo-platos o platos de presentación para que tus invitados se queden completamente alucinados.
- La cristalería, siempre con buenos detalles. Al igual que la vajilla, la cristalería debe ser toda del mismo modelo. Para simplificar, colocaremos dos copas: una de agua a la izquierda y una de vino a la derecha. Su ubicación será encima del plato, en la parte superior, para que sea bien visible y los invitados no se confundan.
- El orden de las comidas, de menos a más. En cuanto al orden, comenzaremos por el plato más suave para acabar con el más fuerte. O lo que es lo mismo, primero un aperitivo o entrante (consomé, sopa, crema, etc.), un pescado y una carne. Para la cocina, podremos salirnos del guión y elaborar un menú más potente, mientras que el de la cena se procurará que sea más ligera. Piensa que luego se tienen que ir a dormir, y mejor que sea sin tener que sufrir por tener un estómago lleno.
- La decoración, de gala pero sin pasarte. Para la decoración, será suficiente con colocar un centro de frutas o un centro de mesa de flores frescas o secas. En el caso de que celebremos una cena, también podemos adornar la mesa con una iluminación justa: ni demasiada luz que moleste ni mucha oscuridad.
¿Ves qué fácil es presentar la cena y la mesa para tus invitados? Seguro que, cuando lo hagas, tendrán algo que recordar para siempre. Ahora solo te queda planificar un menú delicioso, a la altura de la velada o de la comida, y ya lo tendrás todo listo para que te salga un día… ¡redondo!