Cómo hacer la milanesa de pollo perfecta
La milanesa de pollo es una de esas recetas de siempre, que quizá no reconozcas por este nombre, sino más bien por pollo empanado. Y, aunque pueda parecer fácil, tiene su técnica. Conseguir un empanado crujiente y que el pollo esté jugoso es la clave para estar ante una milanesa de pollo perfecta.
En la cocina, lo más importante es contar con una materia prima de calidad. En este caso, el ingrediente principal es el pollo. En concreto, para elaborar esta receta te recomendamos pechugas de pollo fileteadas y deshuesadas o muslos de pollo también deshuesados. Si optas por las pechugas, pídele al carnicero que no las filetee ni muy finas ni muy gruesas.
Ingredientes
4 pechugas de pollo grandes
Harina
Huevos
Pan rallado
Perejil
Orégano
Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
Sal y pimienta
Elaboración
Un truco para que la pechuga de pollo quede jugosa es ponerla sobre una tabla, taparla con film y con una maza de cocina, golpearla. De esta manera, se rompen las fibras de la carne y quedará más tierna.
Hecho esto, salpimenta las pechugas de pollo. Prepara un plato con huevo batido, otro con harina y otro con pan rallado. A este último, agrégale orégano y perejil.
Pasa las pechugas por harina, huevo y pan rallado. Pon a calentar una sartén con AOVE y cuando esté bien caliente, fríelas. Cuando estén doraditas, sácalas y ponlas sobre papel de cocina para retirar el exceso de aceite. De esta manera, disfrutarás de una milanesa de pollo perfecta.
Una opción más light y saludable es hacerlas en el horno en vez de fritas. Para ello, calienta el horno a 200ºC y coloca las pechugas sobre papel de hornear. Cuando estén doradas, dales la vuelta y deja que se hagan por el otro lado.
Puedes servirlas con el acompañamiento que más te guste y ¡a disfrutar!